lunes, 21 de marzo de 2011

Pino Paparella: del fútbol a la moda

www.pinoescuela.com

Dueño de la cadena de salones de belleza Pino, innovó en un campo poco explotado en la Argentina de los '60. Montó un negocio en el que afirma que no es imprescindible tener vocación para triunfar. El cabello es, para él, un arma de seducción.


Oriundo de Italia, llegó a Argentina en 1958 con sólo 17 años y con el sueño de ser un jugador profesional de fútbol. Su situación económica lo llevó a cambiar su destino. Colgó los botines y junto a sus hermanos, Leo y Lina, para continuar el negocio de la familia: la peluquería. Al principio los tres conformaron una cadena que llevó sus nombres: Pino Leo Lina.
Con el paso del tiempo, Pino hizo un proyecto independiente con el que logró imponerse como uno de los salones de belleza más exclusivos del país. Además, pudo convertirse en un experto en el tema, ganándose el reconocimiento de los famosos tanto en el ámbito nacional como internacional.
El estilista ha participado en producciones de moda en grandes revista como Para tu y Gente como también acompaña a diseñadores en sus desfiles, mostrando su estilo atemporal. Es embajador de L´oreal, miembro honorario de la Intercoiffure mundial y fue premiado en 2002 por la Asociación de peluqueros de San Pablo, Brasil, por su larga trayectoria.
Tras largos años de ejercer su oficio, se interesó en formar nuevos estilistas. Tal es así que creó la Escuela de Peluquería Pino y el Instituto de Formación para personas con discapacidad motriz. También publicó el Primer Manual para el Estudiante de peluquería, posibilitando de esta manera, acceder al conocimiento del oficio de moda fácil y eficaz.


¿Qué rol juega para usted el pelo en la mujer?
Para mí es lo primordial. Es decir, aunque en los desfiles, en las revistas, en los diarios, siempre hablan más del vestido, del zapato, de la bijou, el pelo es lo que está al lado de la cara. Si tengo un buen corte, voy a lucir más mi cara.


¿Qué se necesita para ser un buen peluquero?
Se necesita sacrificio, creatividad, práctica, no ser caracúlico, es imposible ser peluquero si sos caracúlico, y sobre todo, una buena enseñanza, por eso creé mi propia escuela. Antes había muy poquitas, entonces un peluquero tardaba entre 4 y 5 años en cortar el pelo, siendo asistente. Ahora después de nueves meses, sale de acá sabiendo absolutamente todo de peluquería. Claro, necesitan un tiempo de adaptación en un salón y después, técnicamente, saben un montón más que un peluquero que no ha ido a la escuela. Entonces yo les planteo: "Ustedes salen de acásabiendo absolutamente todo de peluquería, no tienen más que aprender, que deben preguntarme a mí: ¿Cómo hacer un corte nuevo? Y yo les contesto: Lo mejor que tiene un peluquero es la creatividad".


Además de la belleza, ¿qué buscas cuando peinás a una mujer?
Cuando peino a una mujer, lo primero que hago es ver su figura. Tratar de saber qué altura tiene, cómo es su cuerpo, y después la cara para así crear un corte. Quiero saber a qué se dedica. Hay que saber que no es lo mismo una persona que está en una oficina con la computadora, que una señora empresaria que va a una reunión importante. Ahí logro saber que corte es adecuado para lo que ella necesita en su vida cotidiana.


Comparando la mujer argentina con la europea, ¿qué diferencias encuentra?
La mujer argentina tiene un grave problema: se copia mucho. Por ejemplo, si nosotros miramos a las chicas en la calle tienen todas el pelo largo; si miramos a las señoras un poco más grandes, tienen el pelo largo. No todo el mundo puede tener el pelo largo, no a todo el mundo le puede quedar bien. En Europa, el peluquero puede hacer un corte corto y no tiene problema. Acá es imposible hacer un corte corto. Porque además, la mujer tiene que cambiar el corte por la imagen. El cuento que yo digo siempre es este: vos estás casada, tenés un pelo largo, vas a tu casa y te encontrás con tu marido. Ni te mira, estás siempre igual. Si vos tenés un pelo largo y te hacés un pelo corto, cuando llegás a tu casa por lo menos te va a mirar. "¿Qué te hiciste?", te va a decir. Entonces la mujer necesita el cambio. Y con Europa, vuelvo a decir, son cabezas todas diferentes. Pero se hace mucho el pelo corto, es mucho más práctica la mujr europea. Está más ocupada. Son más personales.


Pino Paparella dice haber dejado su tierra natal junto a sus sueños futbolísticos, y ver en la peluquería, un lugar donde explotar sus cualidades. El negocio de la moda terminó siéndole muy rentable. Supo reinventarse en este mercado, al que define como poco original.
Hoy en día es, en Argentina, uno de los líderes en el mercado de los peluqueros. El estilista siempre destaca su creatividad y la constante perseverancia como sus herramientas para haber triunfado. Declara que "todo negocio tiene un aspecto que puede ser explotado exitosamente". Este éxito se debe, según él, a que supo comprender en cada época, lo que la mujer quería y necesitaba para así sentirse verdaderamente bella.


Publicado en la Revista Asterico (noviembre de 2010)

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